Ángela, una hermosa y dulce niña, tuvo un comienzo difícil. Nació en diciembre de 2016 y fue trasladada inmediatamente a cuidados intensivos neonatales con dificultad respiratoria aguda y restricción del crecimiento intrauterino. En la NICU, Angela fue estabilizada y diagnosticada con el síndrome de Wolf-Hirschhorn con deleción del cromosoma 4p. El síndrome de Wolf-Hirschhorn es una afección genética extremadamente rara que puede causar una variedad de síntomas, que incluyen discapacidad intelectual, retraso en el crecimiento y desarrollo, rasgos faciales inusuales, tono muscular bajo, convulsiones y otras anomalías congénitas. Los padres biológicos de Ángela la amaban mucho, pero sintieron que no podían darle todo lo que necesitaba mientras la criaban por una variedad de razones financieras, familiares y emocionales, por lo que se comunicaron con Spence-Chapin para elaborar un plan de adopción para Ángela.
Mientras trabajaban con un trabajador social de Spence-Chapin, Ángela recibió atención de tiempo completo en un hospital pediátrico donde se descubrió que no tiene reflejo de búsqueda (un reflejo que se observa en los bebés recién nacidos que automáticamente giran la cara hacia el estímulo y hacen que la succión o movimientos de búsqueda con la boca cuando se toca la mejilla o el labio), pero mostró capacidad para beber de una botella sin aspiración. Ángela comenzó a recibir servicios de terapia ocupacional, física y del habla que necesitará a largo plazo para abordar sus retrasos y reforzar su desarrollo. Ángela tiene ptosis del ojo izquierdo (párpado superior caído) y coloboma (le falta un trozo del párpado). No responde al parpadeo, aunque sí a la luz, por lo que requerirá seguimiento con un oftalmólogo.
Spence-Chapin identificó una familia permanente para Ángela, quien ya había adoptado a un niño con necesidades especiales de Spence-Chapin. Inmediatamente se conectaron con Ángela y la llevaron a casa el 2 de mayo de 2017, donde fue recibida por sus nuevos hermanos.
Ángela está prosperando con su familia. Su madre reconoce que ha pasado por muchas cosas en sus pocos años, incluida una cirugía a corazón abierto hace dos años, pero que su gran personalidad brilla a través de todo.
Esta historia es parte de nuestra serie de historias del Programa de Adopción para Necesidades Especiales, que conmemora los 25 años de nuestro Programa de Adopción para Necesidades Especiales. Celebramos estas historias y más durante todo el mes de noviembre para el Mes Nacional de la Adopción. Si desea apoyar programas para niños y familias como nuestro Programa de Adopción para Necesidades Especiales, visite www.spence-chapin.org/donate o comuníquese con nuestra Oficina de Desarrollo al 212-360-0263. ¡Gracias!