Ann Hassan, Coordinadora de Ayuda Humanitaria de Spence-Chapin, comenta sobre una productiva y gratificante visita del personal a Bulgaria, donde hemos estado buscando familias adoptivas para niños desde 1994. Después de un viaje muy ocupado, Milena Kazakov, Rita Taddonio y yo estamos de regreso en nuestra oficina de Manhattan, ¡instalándonos y tratando de aliviar nuestro desfase horario! Al final de un gratificante viaje a Moldavia, viajamos a Bulgaria, donde Samantha Walker, subdirectora de Adopción Internacional de Spence-Chapin, se unió al grupo. Spence-Chapin tiene una larga trayectoria de trabajo en Bulgaria—tanto en adopciones como en ayuda humanitaria—y fue fantástico ver de primera mano cómo han progresado los programas desde que estuvimos allí el año pasado.
El personal de Spence-Chapin se reunió con altos funcionarios tanto del Ministerio de Justicia como del Ministerio de Asuntos Sociales en Sofía, la encantadora capital búlgara. Nos complació escuchar directamente del Ministerio de Justicia, el organismo gubernamental que supervisa las adopciones internacionales, cómo están avanzando las adopciones internacionales desde que Bulgaria firmó el Tratado de La Haya sobre Adopción Internacional y renovó el sistema de adopción del país. El Ministerio de Asuntos Sociales es la sección del gobierno a cargo del sistema de bienestar infantil búlgaro, incluidas las adopciones nacionales y los orfanatos individuales. Durante nuestra conversación de una hora con el Viceministro de Asuntos Sociales, pudimos intercambiar ideas sobre una serie de cuestiones críticas, incluida la desinstitucionalización, la preparación de los futuros padres de crianza y adoptivos, y el cuidado de niños con necesidades especiales. Nos sentimos honrados y alentados por lo receptivo que fue el Viceministro al escuchar acerca de las estrategias que han sido más efectivas para Spence-Chapin durante nuestros más de 100 años de trabajo en adopción.
Una vez concluido nuestro trabajo en Sofía, los cuatro nos subimos al VW Passat de nuestro conductor, Svetlio. Durante nuestro viaje de 6 horas a través del país, no nos cansamos de disfrutar del hermoso paisaje. Al final llegamos al bonito pueblo de Varna, situado en el Mar Negro. Fue en este lugar donde comenzó el primer Programa de Abuelas en 1998, ¡lo que hace que esta visita sea muy especial! El Programa Granny no solo continúa prosperando, sino que nos encantó ver a un puñado de las abuelas originales que estuvieron presentes en el lanzamiento del programa hace 12 años. Este tipo de dedicación dice más sobre el inmenso valor del programa que cualquier palabra que pueda escribir.
En definitiva, tuvimos un viaje increíblemente productivo e inspirador a Moldavia y Bulgaria. ¡Mis colegas y yo estamos ansiosos por integrar el aprendizaje y los conocimientos que obtuvimos en nuestro trabajo diario aquí en Spence-Chapin!