Spence-Chapin trabaja para encontrar familias para niños de una variedad de poblaciones diversas y vulnerables. Estas poblaciones incluyen niños con necesidades especiales.
El síndrome de Down es un trastorno genético en el que un niño tiene 3 copias del cromosoma 21, en lugar de 2.[1] En todo el mundo, se estima que cada año nacen entre 3.000 y 5.000 bebés con síndrome de Down. Actualmente hay aproximadamente 250.000 familias en Estados Unidos afectadas por el síndrome de Down.[2] Los niños con síndrome de Down enfrentan posibles retrasos físicos e intelectuales y pueden ser más susceptibles a ciertas afecciones médicas, incluidos defectos cardíacos y dificultades auditivas.[3]
Dejando a un lado los hechos y las cifras (y los estigmas), los niños nacidos con síndrome de Down son personas adorables que pueden ser maravillosas incorporaciones a una familia adoptiva. La atención médica y psicológica para estos niños es obviamente primordial porque se trata de un trastorno que va acompañado de desafíos en el desarrollo. Lo que es igualmente importante es que estos niños reciban amor y compasión de sus familias. Las investigaciones sugieren que tener un niño con síndrome de Down en la familia puede tener efectos positivos en la unidad familiar. Otro estudio reveló que las tasas de divorcio en familias de un niño con síndrome de Down son en realidad comparativamente más bajas.
Para aquellos padres que pueden abrir sus corazones y hogares a niños con síndrome de Down (u otra necesidad especial), ofrecemos apoyo y recursos. Nuestro Modern Family Center ofrece programas y servicios para todas las familias adoptivas para ayudar a navegar este proceso de vida.