Entre los niños con necesidades especiales que esperan ser adoptados, los niños con hepatitis B enfrentan muchos desafíos. La hepatitis B es una infección transmitida por la sangre que puede transmitirse a un niño de su madre biológica.
Esta enfermedad puede causar daño al hígado y afectar la respuesta inmune del cuerpo. Aunque es una infección grave, la hepatitis B se puede “prevenir con vacuna” y es tratable. Actualmente en los EE. UU., las dos opciones de tratamiento aprobadas para niños con hepatitis B crónica son: (1) Intron A (interferón alfa) y (2) Epivir-HBV (lamivudina).
Es comprensible que los futuros padres adoptivos a menudo tengan reservas sobre la adopción de un niño infectado con hepatitis B y pueden tener preguntas sobre cómo esta infección afectará sus vidas y la de su hijo. Los síntomas de la hepatitis B crónica incluyen ictericia, fiebre, agrandamiento del hígado y dolor abdominal, pero la buena noticia con esta infección es que, debido al desarrollo del sistema inmunológico, muchos bebés y niños nunca experimentan estos síntomas.
El primer paso que puede dar un padre adoptivo es asegurarse de que todos los miembros de la familia ya estén vacunados contra el virus y examinados. Un niño adoptado que esté infectado debe ser visitado periódicamente por un médico y se le deben explicar detalladamente las opciones de tratamiento. La hepatitis B es común en áreas de ciertos países, pero es tratable. Los padres adoptivos siempre deben comunicarse con un médico de familia si tienen alguna inquietud o pregunta médica; el seguimiento es clave.
El Modern Family Center en Spence-Chapin también brinda servicios informativos y de apoyo para padres que adoptan niños con hepatitis B. Nos sentimos honrados de trabajar con padres que adoptan niños con necesidades especiales y reconocemos que, aunque es una gran tarea, estos niños están recibiendo el amor y cuidado que merecen.
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